El más pequeño, juguetón y picantón de nuestros veggies se deslizará en tu interior con una facilidad asombrosa. Cógelo como si de un lapicero se tratase y dedícate a recorrer cada centímetro de tu anatomía (o de la de tu acompañante). Si quieres una estimulación menos directa dale la vuelta y utiliza su rabillo como si de la más fina pluma se tratase. Su cuerpo flexible se adaptará a cada juego al que le sometas.

Y todavía no te hemos mencionado lo mejor: Te pondrás a temblar en cuanto actives su potente vibración con su botón único. Juega en la cama, en la cocina y hasta en la bañera, porque todos los veggies son sumergibles.